El yoga, del sánscrito yug, significa unión de mente, cuerpo, emoción o alma. Y es en la desconexión de la emoción donde comienzan las turbulencias que llevan a muchos púberes a buscar recursos fuera de sí mismos: así empiezan a probar y buscar nuevas sensaciones.  Les suceden cambios físicos importantes tan rápido que no les da tiempo a aceptarlos ni a asimilarlos: el cuerpo les va más veloz que la cabeza. 

Al ofrecerles el yoga para la unión de mente, cuerpo y emoción, consiguen conocerse a sí mismos.

Gracias al yoga, los púberes se conectan con su adentro: y cuando uno está bien consigo mismo, también está en armonía con su entorno.

Con este curso buscamos dotar de herramientas a los profesores, acompañantes o padres de los adolescentes para que se posicionen en un lugar de no juicio, de acompañamiento sin crítica, que a veces tanto nos cuesta a los adultos.